domingo, 11 de mayo de 2008

Olvidar

Dedicado a Nago y Elena.
(Experimento: pincha en la foto para verla en grande y leer el "cuento chino")

20 comentarios:

Cariátides dijo...

Fantástico experimento, fantástica la secuenciación del cuento con las fotos. Esa calada en tres tomas hace aspirar el cuento en los mismo tres tiempos. Solo que el final es tan reflexivo como cuando se ha espirado el humo...y todo se pausa...hasta la siguiente.

Los antiguos indígenas de América tomaban el tabaco como droga que le permitía cambiar el tono del cuerpo y del espíritu para iniciar una nueva actividad.

Cariátides dijo...

Si la nueva actividad era ir al mundo de los espíritus, entonces tomaban de otras sustancias más fuertes que les permitiera iniciar el vuelo...vamos igual que hoy solo que no interesan los espíritus sino fundamentalmente el vuelo...

Anónimo dijo...

Ellas debían saber que no estaban solas, que habían centenares esperando un sólo movimiento de sus músculos para acudir prestos a lograr su satisfacción. Pero el temor al riesgo atenazaba su voluntad, hasta que, por fin, dieron el paso. Y a partir, de ese momento todo empezó a suceder a gran velocidad, como cayendo por una cascada. Y abajo, donde ya no hay más vacío que superar, estaba él, con sus brazos abiertos, su corazón latiendo aceleradamente y su mente.... en blanco.

Dani, tienes una obligación que te impone la amistad. Piensa, piensa, rápido y acertarás, como siempre. Un abrazo y un beso. Gracias

Raúl dijo...

Genial como siempre. Con pocas palabras nos llevas muy lejos.
Saludos.

Irene dijo...

este chico tiene duende...

elena, para cuando tu obra publicada? diossss qué bien escribe la tía, qué estilo

Sibyla dijo...

Dani tiene un ingenio super desbordante!

Me gusta!!!!!!!!

Besos:)

Elena dijo...

"No es el amor quien muere, somos nosotros mismos", decía Cernuda. Y tenía más razón que un santo.

Pero silenció en ese poema que la capacidad del ser humano para resucitar es más real que la de ningún hijo de dios. Suena un poco brutal, perdonadme si a alguno le molesta el puntito blasfemo tan típico en mí, pero es que dejar de amar es aniquilador como una crucifixión.

Sin embargo, este dolor (desamor) y este salto al vacío (retirarse) son en el fondo una demostración de vida, de exigencia y de no rendición, porque implican que apostamos por seguir persiguiendo las estrellas de cuando éramos niños y por permitir que esa otra persona -sin duda maravillosa puesto que el amor vivido no fue sueño- encuentre a quien la quiera como nosotros ya no podemos quererla.

Txema, otro brindis buñuelero casa-labrero.

Ire, eres un sol.

Besos y resurrecciones para todos.

dani dijo...

Txema, llevas un escritor en tu interior. Ya hablaremos.

Besos a todas. Abrazos a ellos.

Anónimo dijo...

Yo por contestar a Elena, o en realidad por darle la razón y dado que soy una fanática del amor y una fanática de la palabra, os suelto una cita sobre ambos.Ya decía Freud que cuando nombramos una cosa la palabra se convierte en la muerte de la cosa. Al nombrar la cosa, la cosa se convierte en otra cosa. Es algo con un nombre. Lo que no podemos nombrar en las cosas es lo que llamamos traumático. Es el silencio, el secreto, el 'saber no sabido' que se reconoce como propio solamente por la interpretación o la construcción. Nuestras palabras llegan siempre, con posterioridad, a nuestras sensaciones. Así que el amor puede morir en las palabras, pero en cierta forma persiste en nosotros la idea de que lo que no se verbaliza, no existe. ¿Palabra o amor? ¿Con cuál nos quedamos?

Y ya vale de autoanálisis por hoy...

Anónimo dijo...

Todo es bonito, como esta entrada y los lectores y escritores de cuentos chinos.

Anónimo dijo...

Precioso, Elena, Dani... los más altos honores blogueros...

Anónimo dijo...

También yo, runrun, soy fanática del amor y de la palabra, por eso, tras probar otros mares, terminé desembocando en la filo-logia.

Muy interesante el pensamiento freudiano, y muy freudiano, jeje... Pero yo cada vez creo más en la idea de que el lenguaje añade alas, y no grilletes, a lo que nombra, e incluso soy de cuentos de hadas, de creer que si nombramos las cosas adecuadamente, haremos que se materialicen como por arte de magia y las controlaremos, o al menos las poseeremos, más y mejor.

¿Palabra o amor?. ¿Acaso no es "amor", primeramente, una palabra?.Y en cuanto al resto de cosas que también es el amor, no hace falta renegar del lenguaje para vivirlas, van de la mano,"...y el verbo se hizo carne...".

Besos a Anónimo y a Edu.

Anónimo dijo...

si lo que duele es el saber que un día ya no dolerá???? y que se acabarán las visitas nocturnas???

Anónimo dijo...

por aclarar para que no haya mal entendidos que ya me han llamado ja,ja me refiero a una persona muy querida que acaba de fallecer, pero todavía me visita en sueños...

Anónimo dijo...

Bueno Hillary, el tiempo te ayudará...las visitas se distanciarán...y estarás mejor.
Dani, impresionante. Qué difícil es a veces soltar lastre...pero si la desición es olvidar...serguro que es la decisión correcta por el simple hecho de haberla tomado, no?
Olvidar...gran decisión.
La otra

fritus dijo...

El cuento está magníficamente bien escrito,y mejor presentado...(os lo dice un fumador de paquete y medio diario de Camel) como no podría ser menos teniendo en cuenta los precedentes de la autora y el gusto estético del dueño ed la casa-virtual- ( Elena, insisto..para cuando tu blog, algo más a lo que hincar el diente lector....)pero, no sé, ...ojito con lo de olvidar,no?Es una opinión.

Un abrazo, Elena, Tocayo, todos. Salud, Paz y Amor

dani dijo...

Gracias Tocayo, un abrazo.

Anónimo dijo...

¡Por supuesto Fritus, ojito con olvidar!. De hecho, yo lo había titulado Necrosis, porque para mí el olvido es una forma de muerte.

Qué generoso eres siempre...

Salud, paz, amor y Fritus.

Anónimo dijo...

Querido niño mio como siempre bordeando el precipicio.Besos

Anónimo dijo...

Querido niño mio como siempre bordeando el precipicio.Besos